Los seriales de asesinos en serie están de moda. No es que la iniciase el más famoso de todos en la actualidad, Dexter Morgan, que ya había otros por ahí pululando como Jack el destripador, Drácula y demás leyendas, pero sí ha sido este el impulsor de una moda que va evolucionando y tomando otros derroteros. Si hace relativamente poco comenzamos a disfrutar de The Following y toda la trama en torno a una secta que tiene como fundamento las escrituras póstumas de Edgar Allan Poe, ahora el género regresa al asesino en serie puro y duro con emociones.
Para quien busque comparaciones para animarse a verla, digamos que tiene el estilo narrativo y la cadencia de The Killing con la salvedad de que aquí ya conocemos asesino y con la mitad de episodios, ya que son tan solo 6 los que conforman esta primera temporada, episodios que suelen ser los habituales por desgracia en muchas series de la BBC como esta.
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PERSONAJES MUY CUIDADOS
Los personajes protagonistas destilan personalidad por los cuatro costados. Gillian Anderson no solo cumple, sino que borda un papel que le sienta como un guante interpretando a Stella Gibson, detective del cuerpo de policía de Londres que llega a Irlanda para resolver este nuevo caso. Una mujer madura con una vida personal que permanece en el más absoluto misterio y de la que apenas se van conociendo pinceladas. Diferentes aventuras amatorias con compañeros suyos y una sombra de soledad que parece perseguirla son los únicos detalles que pueden entreverse en su personalidad.
Jamie Dornan interpreta a Paul Spector, un asesino en serie que podría ser nuestro vecino de la puerta de al lado, abandonado de pequeño y viviendo en diferentes casas de acogida, ahora con una familia, mujer, Sally Ann Spector, enfermera y dos hijos. Consejero de día y con una tapadera perfecta, trabajar en el teléfono de la esperanza en las noches, para dedicarse a perseguir, espiar y recrearse con nuevas víctimas lejos de la atención de su familia.
LA CAZA, PERO ESPECIAL
La Caza, cuya primera temporada de momento se ha subtitulado como La Caza Especial, da el pistoletazo de salida con un crimen que logra inquietar. Se trata de la primera víctima, primero perseguida y después asesinada en su propia casa y cuyo asesino se preocupa por bañarla, asearla e incluso pintarle las uñas. También se lleva un recuerdo para regalarle a su propia hija. Un asesinato perfecto. La ambientación de la serie está muy cuidada y consigue que estemos alerta en todo momento, no obstante el asesino guarda su particular diario en el techo sobre la cama de su hija y parece que en cualquier momento pueda desvelarse el horror. Este hilo argumental se mezcla con otros dos núcleos, el del asesinato del compañero de la protagonista, Stella Gibson, que nada tiene que ver con el asesino en serie y el de la vida personal de la agente, que va desvelándose a través de las conversaciones a lo largo de los episodios.
La trama, que comienza de una forma común, poco a poco va derivando en un juego en espiral de pequeños detalles en los que entran en juego la inteligencia de Stella y los errores que Paul comete al precipitarse, hasta el punto de llegar a un episodio final de temporada en el que cualquier cosa puede suceder, con un tremendo momentazo especial en que sin conocerse, ambos se cruzan por primera vez.
HISTORIA INACABADA
Tras estos 6 capítulos, uno se queda con ganas de ver más. Es una de las nuevas series que más ha conseguido engancharme durante esta temporada, junto a las habituales que sigo desde hace tiempo. Personajes interesantes, una trama no previsible que logra poner en tensión al espectador ya que no sabe qué sucederá en ningún momento. Una vuelta de tuerca a las historias de asesinos en serie con una nueva perspectiva. Ya queda menos para saber hacia dónde giran las tornas en una historia aún inacabada.