Estoy casi seguro de que muchos de vosotros, fieles fans de American Horror Story, ya habeis hecho en algún momento en vuestra cabeza un ranking con las tres temporadas anteriores de la serie. A falta de ver sus episodios finales, yo ya tengo mi ranking también. Esta tercera temporada está siendo bastante flojilla, tiene una buena historia y desde luego no se parece a nada de lo que hayamos visto antes, pero pega demasiados bandazos y crea un universo sobradamente gigante que no han sido capaces de abarcar, por lo que irremediablemente se queda en la tercera posición. La casa del crimen fue muy especial, por aquello de que dio el pistoletazo de salida, pero sin duda la trama absorvente de Asylum fue suprema y destacó en todo: terror, intriga, la mezcla de esa inquietud y leyendas que había antes cuando apenas se podía acceder a la información y ese elemento maravillosamente integrado de las abduciones.
Para la cuarta temporada todo parece indicar que la temática irá centrada en la celebración del carnaval y en la vida de los circos ambulantes, con todo lo que ello conlleva: el terror que muchos tienen a los payasos, animales peligrosos, traiciones, fenómenos sobrenaturales… tantas cosas que se pueden imaginar que hasta que no tengamos más pinceladas es lo único que podemos hacer, echarle imaginación. Sólo esperemos que regrese el elemento terror survival que hubo en las dos primeras temporadas y que nos hizo pegarnos al sofá deseando que no terminase nunca.