Oficialmente acabo de entrar en la nueva generación de consolas. Hace unos meses, cuando reservé PS4 pensé que iba a entrar en ella de la mano de Sony, pero eso será más tarde, ya que el catálogo inicial de títulos exclusivos que más me ha llamado la atención ha sido el de XBOX ONE y sobre todo el título RYSE: SON OF ROME. Sé que no es muy largo, sé que lo tachan de repetitivo y que no ha obtenido muy buenas notas en muchos medios quizá porque prometía demasiado y no lo ha cumplido, pero me encantan sus gráficos y este es uno de los juegos más potentes que explota un poco más los límites de las consolas, aunque no cuente con una gran jugabilidad. Ya habrá otros títulos que sí lo hagan y lo combinen a la perfección, pero quería comprobar esos límites.
La edición XBOX ONE Day One Edition me llegó ayer, con un día de antelación, pero por si las moscas no he querido conectarla hasta hoy, fecha de salida oficial, no vaya a ser que en unos días a Microsoft se le vaya la olla y decida banear por comprar de forma original (que manda narices). Llegué a tiempo para reservar la edición con el juego FIFA 14 que viene incluído de forma gratuíta a través de un cupón de descarga y además por un poco más cogí el pack de consola + juego Ryse: Son of Rome, que es el que quería.
La caja de la consola viene con la cubierta de cartón promocional, debajo de la cual se esconde la auténtica caja, más minimalista y elegante, con la misma apertura que la anterior consola, destapando su contenido mediante el lateral del asa. Lo primero que se ve es la nueva versión de Kinect, un armatoste de mucho cuidado que a ver dónde lo meto, con un cable demasiado grueso para mi gusto y un conector del mismo tamaño, casi parecido al conector de la fuente de alimentación de las consolas antiguas primeras XBOX 360. La cámara se encuentra en la misma bandeja que el resto del contenido y sorprende que ya no haya extensos manuales de papel con toda la información, lo cual para una nueva consola debería estar justificado, pero se ve que para lo que quieren lo del papel se lo han tomado muy en serio:
- Guía rápida desplegable de instalación en varios idiomas
- Guía del sensor Kinect
- Cupón de descarga juego completo FIFA 14
- Pegatina con el logo de XBOX
- Cupón de canje de 14 días gratis para la suscripción a XBOX Live Gold
- Cupón de canje de la edición Day One que otorga un logro exclusivo
- Mando XBOX ONE + dos baterías incluídas
- Headset
- Cable HDMI (sí, por fin)
Debajo de esa bandeja, se encuentra la XBOX ONE. Al destaparla he tenido la sensación de tener entre las manos un reproductor de DVD. El frontal es muy simple y no lleva conectores, sólo la ranura de discos, que por primera vez en XBOX no es una bandeja, los discos se los traga la consola como en PS3 y Wii U. Todas las conexiones se encuentran en la parte trasera y una de las cosas más novdosas es la inclusión de una entrada para HDMI, algo que lleva echándose en falta mucho tiempo en cualquier tipo de reproductor HD.
Los juegos físicos de XBOX ONE vienen en una caja de color verde oliva con la marca de la consola en la parte superior frontal. Algo que no me ha gustado es que la parte donde vienen las instrucciones lleva dos topes, con lo que nos olvidamos de meter alguna cosilla más en la caja del juego para no tenerla desperdigada por ahí. Al menos el que yo he comprado, Ryse: Son of Rome, no viene con manual, tan solo con un regalo de 3 días de conexión a XBOX Live Gold y una promo para WakiTV. Los discos están situados ahora en la parte izquierda, la parte posterior de la carátula incluye la información sobre seguridad de salud y cada caja va marcada con el logo en relieve de XBOX en el interior. La información de número de jugadores, conexión a XBOX Live, etc, deja de ser a base de símbolos para convertirse en una sencilla tabla de texto con puntos indicativos más fácilmente reconocibles.
Ahora a jugar!!
