Storybrook se va al inframundo con uno de sus mejores arcos argumentales / ‘Érase una vez…’ Review T5 parte 2

0
225

Tras una primera y maravillosa temporada que daba la sensación de conformar un todo casi perfecto, ‘Érase una vez…‘ hizo vagar a sus personajes sin un rumbo claro. De repente y como si fueran personajes de ‘Kingdom Hearts‘, se dedicaron a viajar a diferentes mundos y a cruzarse con personajes, algunos carismáticos y con mucha fuerza, hay que reconocerlo, y otros forzados por mantener la audiencia como la saga de Frozen, demasiado larga y carente de sentido, pero un pequeño filón dado el interés de la audiencia por sus personajes.

Después de Cora en el País de las Maravillas, que dio lugar a un spin off que a mí sí me gustó, se salvó el mundo de Nunca Jamás y la reveladora historia de un Peter Pan que para nada era quien creíamos. Lo cierto es que, aunque la serie haya dado tumbos sin un objetivo claro, siempre ha seguido conservando el espíritu de llevarnos más allá de los cuentos que leímos de pequeños, enseñándonos los orígenes y el futuro de algunos de sus personajes más emblemáticos e incluso de los que apenas conocíamos de pasada. Momentos como descubrir de qué está forjada la espada de excalibur son realmente brillantes y eso nunca se puede poner en duda.

Si bien el mundo de Oz aparece a cuentagotas en las últimas temporadas, no se le ha sacado ni de lejos todo el potencial que deberían, para el interés que despierta. Meter a una Mulán insulsa en el camino de baldosas amarillas rompe toda la magia. Por suerte y antes de la nueva temporada completa que está por venir y que ya no contará con dos bloques diferenciados como en las anteriores, la segunda tanda de episodios de la quinta temporada nos ha dejado con uno de los mejores arcos argumentales de la serie.

Como si de una Melinda Gordon entre fantasmas se tratase, los personajes de ‘Érase una vez…‘ viajan al inframundo para rescatar a Garfio y terminan convirtiéndose en salvadores para llevar a algunos personajes de los cuentos hacia su salvación, hacia la luz. Lo que era otro vuelta a empezar a ver qué nos depara, se ha convertido en un auténtico lujo para todos los amantes de las buenas historias y los cuentos.

Reencontrarse con algunos personajes de antiguas temporadas, aunque fuera por poco tiempo, ha sido alentador. Algunos dejaron Storybrook, pero allí estaban en el inframundo, con asuntos pendientes del pasado, esperando a ser resueltos. Momentos realmente emotivos que nos han permitido conocer los secretos mejor guardados, como en el que Regina y su hermana supieron de la existencia la una de otra. De repente esos momentos confluyen con los de los libros que leímos en casa, acerca de la bruja mala del oeste, la otra que envenenó la manzana, conformando la historia completa y dándole un sentido nunca visto antes que te hace ver los cuentos de otra manera, un impresionante todo global que supera con creces cualquier otra historia contada.

El hecho de que, habiéndome lamentado por lo anodino de las últimas temporadas, este último arco haya conseguido sacarme alguna lagrimilla y haber despertado esa sensación que te hace querer seguir viendo una serie, hace que aún mantenga la esperanza de que pueda ver cosas buenas. No ayuda mucho saber que Mulán seguirá dando vueltas y que Simbad estará en la nueva temporada, porque los cuentos orientales no son lo mío y son los que menos me han gustado, pero habrá que esperar para ver el resultado, cómo encajan en toda la historia y lo que se traen entre manos. Espero que no me decepcione y tengan que pasar otras dos temporadas para ver algo realmente digno, siempre y cuando esta nueva temporada que está por llegar no sea la última.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.