Ocho años, se dice pronto. Ocho temporadas que terminan definitivamente con un golpe de efecto final esta misma noche del 22 al 23 de septiembre de 2013, un final que supone un nuevo comienzo, con vistas a un posible spin-off que aún está por decidirse.
No es este el momento de decirle adiós a Dexter Morgan, al menos no para mí, que acabo de iniciar esta octava y última temporada doblada al castellano y cuyo primer episodio me ha dejado con la misma impresión que sus brillantes temporadas iniciales. Como homenaje a estos años, aquí está el opening que se ha mantenido inalterable y fiel de principio a fin, un opening que viene a reflejar todos los tipos de tortura y sufrimiento a los que sometemos nuestro cuerpo y lo que nos rodea cada día, diferentes situaciones cotidianas que parecen algo que no es.
Este opening se corresponde además, como bien sabéis, con el final de segunda temporada de la serie. Una pequeña obra de arte a la que ya nos hemos acostumbrado cada semana en la que las tareas más sencillas como atarse unos cordones, hacerse un batido, ponerse una camiseta o pasarse el hilo dental, vistas desde otra perspectiva y con un grado de detalle más amplio bien podrían parecer crímenes.