No tardé en encontrar un título para esta pequeña review que me hiciese gracia (en secreto entre tú y yo, iba a poner «mierda» en lugar de «tiburón», pero entonces recordé que en dos ocasiones un par de tiburones hechos con una mierda de efectos patéticos terminaban pinchados en un palo en la peli), tanta gracia como la película más exitosa de todos los tiempos. Espero que a ellos, si algún día llegan a leer esto, les haga tanta gracia como a mí.
SHARKNADO EN 2 MINUTOS (SPOILERS UUUHHHHHH)
LA REGLA DE LOS 10 MINUTOS
Un éxito que intentaron meternos por los ojos, por los oídos, por la mente y por otros sitios. Un éxito inventado. Que alguien me explique cómo es posible que la película fuese un éxito cuando aún no se había emitido en los cines de ningún lugar del mundo, simplemente porque la idea del film de un tornado de tiburones, tan surrealista, la llevó a situarse… ¿Horas? ¿Unos cuantos días?… como trending topic a nivel mundial. En España sabemos mejor que nadie que el que un programa sea el más comentado en las redes sociales no implica ni éxito ni mucho menos calidad. Y me atrevería a decir que muchos de esos tweet no eran de personas físicas reales y todo fue una promoción por parte de la productora o quien sea que manejase el cotarro.
Reconozco que, tanto el día en que se iba a emitir la película a las 21:30 como estreno en España en el espacio «hecho en SyFy» de la misma cadena, como el día anterior, estaba hasta nervioso y con ganas de que llegase ya el momento de ver esa peli de la que tanto se había hablado y con esa idea tan atípica, incluso maté el tiempo de las horas anteriores después de salir de trabajar que se me hicieron eternas, incluso me preparé unas patatas de bolsa para disfrutar durante la siguiente hora y media.
Hay una regla en el cine que no falla, los primeros diez minutos son determinantes para que una persona que está viendo la pantalla decida si le gusta o no. Desde el primer minuto me di cuenta de que el doblaje era malo, pero lo obvié, de que todo ocurría con demasiada rapidez y de que no habría una historia de peso consistente. Un viejo intentando ligarse a una joven del bar, el dueño del bar (90210) cuya familia estaba cerca (cerca, ¿sabes? a 10 KM de la costa como si el prota ya supiese que se iban a originar tres tornados cuando aún no había pasado nada) de la costa sufriendo peligro… en resumen para qué contar más, una retahila de personajes insulsos que se ampliaría con el hijo que casualmente sabe manejar vehículos voladores para poner fin a la peli, el autobús amarillo lleno de niños que hay que rescatar de toda la vida o la mujer que se deja al perro dentro del coche (de toda la vida también).
DE SERIE B A SERIE Z
Sabía que iba a ver una peli de serie ya no B, sino Z, lo sabía, pero tras la primera escena quedé desencantado. Si al menos los tiburones hubieran estado bien hechos, si no se comportasen casi como seres humanos (sólo les faltan manos y pies) que hasta se zambullen en el agua y se contorsionan y buscan posiciones imposibles para morder, incluso caen del cielo ya con la boca abierta, si no se notase tanto que son fectos especiales baratos, si esas primeras imágenes haciendo surf no hubieran sido tan patéticas que se notaba que estaban en un estudio delante de un croma con agua de mentira, si entre el caos hubiera habido algo de organización en los cortes de las escenas que hacían imposible seguir lo que estaba ocurriendo, donde de repente ya no sabes si estabas en el momento en que el tiburón ataca a tal o cual personaje porque ofrecen otro plano distinto y rápido, al menos entonces no m habría decepcionado tanto.
Y esa es la tónica de toda la película que decidí seguir viendo hasta el final, a pesar de que cuando pasó esa primera escena me dije a mí mismo «venga voy a perder 90 minutos de mi vida teniendo mejores cosas que ver y hacer», llena de efectos garrafales que sinceramente creo que están hechos a posta, con la intención de que la gente hable de ella y de esa forma consiga un éxito inmerecido porque así somos estos humanos, o con la intención de que el público se ria (que sinceramente no me dio risa en ningún momento, más bien lástima, si bien con el final me reí pero por la absurdez que tenía frente a mis ojos).
¿Has visto alguna vez una peli de aventuras de estas en las que sabes lo que va a pasar antes de que pase? Pues esta es una de esas. De esas en las que hay un peligro y de repente un personaje hace la gracia, se queda solo en el plano y sabes que va a morir mientras el resto de protagonistas mira. Pues aquí ocurre eso, pero a una escala mayor, con unos protagonistas que no parecen ya inmutarse por mucho que brazos y piernas descansen a sus pies.
HECHA A POSTA Y NO NACE
No puedo dejar pasar sin comentar la parte final de la cinta. La idea para acabar con los tornados de tiburones no es mala, tiene su punto de lógica, pero la puesta en marcha sí. ¿En qué cabeza cabe que un helicóptero pueda acercarse a un tornado sin ser arrastrado? Pero no solo eso, esta escena de acción final falla por todas partes, con situaciones imposibles y gente que parece tener una vista fuera de lo normal. De otra forma no puede explicarse que de repente por una ventana, los que están a salvo vean toda la acción como si estuviesen en una sala de cine, cuando esta acción está transcurriendo a decenas de kilómetros de ellos. Pero no, hasta una anciana ve que el helicóptero lo maneja un chico… hija, la próxima superabuela fijo. O la escena de la mansión, donde de repente de forma inexplicable un torrente de agua entra y la casa se llena de agua pero no entra más y no sabes si es el agua de la piscina o de dónde ha salido, una absurdez que se mezcla con otra cuando se alejan de ella y curiosamente la casa salta por los aires de la presión pero la casa que hay al lado se queda impertérrita en su sitio. Qué pasa, ¿esta no tenía piscina? Momento yanki «WTF»!
Por no mencionar que de repente el tornado y el helicóptero están tan cerca del prota que es capaz de apuntar y acertar a un tiburón en el cielo antes de que lo derribe (cuando el helicóptero ya llevaba unos minutos dirigiéndose hacia dicho tornado), como un segundo después están tan lejos como debían haberlo estado antes de ese disparo, aunque el protagonista sigue viendo la acción tan clara y nítida como si la tuviese a dos palmos. El final se lleva la palma, cuando te quedas diciendo «joder, con la de tiburones que hay sobrevolando el cielo y cayendo por todas partes y qué puta casualidad» (quien no la haya visto aún lo entenderá cuando la vea).
El Blu Ray o el DVD de «Sharknado» desgraciadamente no tendrán cabida en mi estantería, ni siquiera malgastaré mi tiempo volviendo a verla, si acaso para poder ver o enseñar cómo se hacen a posta fallos típicos en el cine y la televisión. Oye, al menos durante la peli pudes aprender que hay un tipo de tiburón, de boca de la hija del prota que ve documentales, aunque después ese tiburón no salga en pantalla para poder verlo (supongo que porque los que editaban la peli no tenían ni idea (una busqueda al google por Dios) ni ganas de distinguirlo). Una película que hace reir o sonreir de lo penoso de las situaciones y sus efectos especiales, pero no porque sean graciosos, una película que puedo catalogar como una mierda «pinchá» en un palo, que muy probablemente es como pretendían sus responsables que la catalogásemos. Pues aquí lo tienen, buen trabajo, a por la segunda parte con más y peor.
PR («post review», me acabo de inventar el término): Damon Lindelof, guionista de «Perdidos» y «The Leftovers», mientras veía la peli se ofreció para escribir el guión de la segunda parte. ¿De coña para ponerse a la altura del nivel de la película? ¿Como diciendo que podría hacerle un guión mejor? Os dejo con la review puntuada, al estilo Lindelof.
PR 2: Niños que leeis esta review, mirad arriba, un tiburón con la boca abierta.
[…] quereis reiros un rato, a continuación os dejo mi review sobre la película para la web enepisodiosanteriores.com. Y recordad, si os aburris, mirad al cielo, quizá haya suerte y caiga un tiburón con la boca […]
[…] “Sharknado”, la peli del tiburón pinchao en un palo […]