Nacía hace algunas semanas de la mano de CBS y Warner para The CW y casi emisión simultánea en España por el canal SyFy, la serie de «Los 100», una nueva apuesta del calibre de «Defiance» con un argumento de los más surrealista, todo sea por la ciencia ficción, pero que con el paso de los episodios no tiene ni pies ni cabeza. Una panda de 100 crios, a los que laman Los 100, cada uno de ellos apresados por un motivo concreto, en una nave que gravita alrededor de una Tierra devastada hace siglos. Utilizan a Los 100 como conejillos de indias y como castigo, para hacerles aterrizar de nuevo en el planeta Tierra y así comprobar si los efectos nocivos de la radiación se han desvanecido y vuelve a ser habitable.
Un argumento que se desinfla desde el mismo momento en que uno comienza a pensar qué tan cruel se han vuelto los adultos para encerrar absolutamente a todos los jóvenes de la nave menos una y es que no veremos pulular por la nave a una sola persona de la edad de Los 100, curioso. Una estúpida idea sin sentido y sin muchas ganas de darle una explicación realista, cuyo único objetivo es hacer una serie juvenil que encaje con el perfil de audiencia de la cadena a la que va dirigida. El argumento cae por su propio peso cuando empezamos a enterarnos de las gilipolleces por las que algunos de ellos fueron encerrados en habitaciones de una seguridad que ni la de Carol en The Following, vamos. Y si tenemos en cuenta de que encima cuando les mandan abajo se preocupan por ellos más de lo normal que cabría preocuparse por unos asesinos, para de contar.
Lo peor de todo es que para dar fuerza al planteamiento que se derrumba, de repente avanzada la serie se inventan a una niña que antes no estaba (como son 100 se pueden permitir sacar a personajes de la manga como quieran, de estos que salen por arte de magia y restan peso a una serie que debería estar bien construída) a la que curiosamente dan un toque a lo Lizzie de The Walking Dead, haciendo que esté un poco loca, tanto que es capaz de asesinar. Cuando vi cómo hablaba y lo que hizo, no me cupo la menor duda de que se trataba de una burda copia.
Los 100 es un batiburrillo de tonterías mal construídas, una serie que entretiene, y que seguro que contará con miles de fans, pero que para los que hemos visto más series del género, podríamos acusar sospechosa de plagio en algunos de sus elementos. Me resultó de un patetismo tremendo escuchar de la boca de Henry Ian Cusick (nuestro Desmond en LOST) estas palabras: «‘Los 100’ no es como ‘Perdidos’, no habrá situaciones inexplicables o sin resolver». Lo de que no habrá situaciones inexplicables lo dirá por esa nube que se mueve sola a placer por la Tierra como si tuviera vida propia, que para nada se parece al humo negro de la Isla, para nada hombre. Lo dirá por esos autobuses y habitaciones madriguera bajo tierra que se abren curiosamente como la escotilla en la que él estaba encerrado. No, seguramente le den solución a todo con un pequeño manual que alguno de los insípidos protagonistas encuentre por ahí y se ponga a leerlo como si tal cosa.
La primera serie del género que hubo tras «Perdidos» y que incluyó en su piloto algún elemento para homenajearla fue «Flash Forward». El canguro en medio de la ciudad o que en un autobús apareciese anunciado Lost o en un cartel publicitario ver las líneas aéreas Oceanic, entonces nos resultaron guiños que se agradecían, pero ahora cada vez que los vemos en series de baja calidad argumental como esta, entran ganas de decirles que se estrujen el cerebro un poquito más, que ya está muy visto tanto guiño.
Los personajes no pueden ser más simples. No llega a interesar la historia que tengan detrás, ni siquiera la de la protagonista, ni la de su madre, ni qué pasó con su padre ni absolutamente nada de lo que ocurriese en la nave. Las situaciones son tan complejas como lo pueden ser entre un grupo de jóvenes a los que dejan libre albedrío, convirtiéndose eso en una mala copia (sí, otra más) de «El señor de las moscas», en la que ellos imponen las normas y donde de repente surgen dos cabecillas que nadie ha nombrado mientras los demás se dejan llevar sin oponerse, aunque siempre queda el revolucionario del grupo, que no falte. Tampoco faltan a la cita el chino, el negro y me parece insultante que no haya alguien en un grupo tan homogéneo que hable otro idioma. Todo super novedoso.
Menos mal que aún le quedan situaciones interesantes a la serie como esos fenómenos meteorológicos inexplicables (esos que Ian Cusick dice que no lo son) y el saber en qué se ha convertido la humanidad a lo largo de esos años bajo la radiación. Los 100 es una serie que se deja ver, entretenida, aunque sea sólo para que uno se ponga a prueba para intentar descubrir a qué serie pertenece el siguiente elemento de la que copian.
Estimado, describes la realidad acerca de este patetico e incoherente engendro. No tiene pies ni cabeza desde un principio, desde el comienzo en que cabeza cabe que una sociedad que tiene tecnologia espacial, y si desean saber si la Tierra es habitable, ¿en lugar de enviar a un hato de jovencitos que parecen y actuan como tarambanas, no resultaba mas simple enviar 4 o 5 cientificos ( o hasta uno solo ) , con un triste y simple contador Geiger para detectar radiacion? Realmente una serie con un argumento idiota, presumo apuntando a un publico adolescente, pero sin seso. U adolescente normal se daria cuenta de estas gansadas…..