Y una vez más las paredes cayeron. Viene ocurriendo desde el principio, una y otra vez, da igual donde vayan, ya sea a una apacible finca perdida en mitad de la nada como a una prisión de máxima seguridad, es el sino de la serie, la muerte llega a todas partes y da lo mismo lo mucho que intentes esconderte, porque te perseguirá y antes o después acabará contigo. Un final que viene siendo repetitivo pero que, a pesar de marcar un hábito repetitivo en la serie y dejar un cierto sabor de boca en el espectador a «esto ya me lo imaginaba desde el principio«, se convierte a su vez en una bonita metáfora de la vida misma.
De una forma confusa comenzaba el primer capítulo de la temporada, un episodio de larga duración que me dejó dormido y preocupado, no sé si porque tenía demasiado sueño o porque el episodio no tenía nada que me hiciera prestarle atención. Un capítulo que podría tener muchas interpretaciones, pero que se puede resumir en una frase «los protagonistas conduciendo a los caminantes hacia otra parte«.
El miedo a que no ocurra nada es algo que siempre me persigue. Más de una vez hablando con compañeros, estamos de acuerdo en que The Walking Dead no es una de esas series que merezca la pena volver a ser vista. Al fin y al cabo su máximo exponente se basa en la incertidumbre de cuándo aparecerá un caminante o de si tu personaje favorito la palmará, aunque en ocasiones se deja ver una brillantez absoluta en el guión, como en el episodio 14 de la T4, que tiene como protagonista principal a Lizzie y en el que comienza jugando con un caminante, bajo la luz del atardecer, como si estuviera loca y su impactante final.
El comienzo de este último episodio de la primera parte de la T6 de alguna forma volvía a rescatar ese espíritu que tanto me gusta en la serie, intentando enfrentar al miedo con la calma. La mezcla de la canción que suena en el tocadiscos de Sam, las imágenes que nos llevan hacia una galleta devorada por montones de hormigas que se abren paso por las paredes, son arte, toda una simbología de lo que viene a significar The Walking Dead, ya no sólo con esta temporada, sino su existencia.
Banda Sonora Ep. 8 T6
https://www.youtube.com/watch?v=z5DTYPcE_P4
https://www.youtube.com/watch?v=_B2B-38EAxo
https://www.youtube.com/watch?v=AQoHAGuzVgI
https://www.youtube.com/watch?v=6VZEMtUiJP4
Y efectivamente el episodio no tiene descanso de principio a fin, algo que se agradece después de una temporada que se ha caracterizado más por la pasividad que por la acción. Es lo que esperamos, que los personajes se pongan al límite, al borde del abismo, que todo pueda ocurrir. Eso es lo que se puede encontrar precisamente en este final antes de que llegue febrero con más capítulos y que nos deja con la intriga y con las ganas de tapar la boca a Sam.
Uno de los personajes más queridos por los seguidores de los comics está a punto de hacer acto de presencia. Negan. ¿Serán capaces los protagonistas de pasar desapercibidos como hormigas en la galleta o se convertirán en la galleta?